La importante distinción entre el Cryptoarte y los coleccionables NFT – Maniac One
La importante distinción entre el Cryptoarte y los coleccionables NFT

El espacio Web3 está lleno de términos técnicos nuevos que dificultan el entendimiento y onboarding a las personas, ya decir Web3 nos habla de lo que aspira a ser la siguiente revolución del internet. SIn embargo, pocas innovaciones de la Web3 han sido tan polémicas como los NFTs (Non-Fungible Tokens). Las discusiones llenas de odio y amor ferviente, hacen que esto ya parezca un partido de futbol o una campaña política. 

Un problema clave con base a lo que hemos aprendido en Maniac1 es que un NFT puede ser muchas cosas, y por ello, es complicado crear una imagen mental única de ellos y por ende tener un criterio que tenga una visión 360. Los NFTs son una nueva clase de assset o producto de escencia digital, que se usa para acuñar en la blockchain información que no se podrá modificar jamás, por ello en el caso del crypto arte, funcionan como un título de propiedad acuñado por el autor de la obra. Es por ello que es importante que se parta de la idea de que un NFT solo es una nueva clase de producto, pero que el producto puede ser o estar ligado a mil cosas distintas. El NFT es un token, un pedazo de código inmodificable, que puede tener el uso que le asigne su creador.

Entonces un NFT puede ser: una membresia, una obra de arte, colecciones de dibujos, documentos legales, assets para videojuegos, espacios virtuales etc que pueden estar asoiados a un NFT.

Para gusto de pocos cuando decimos NFTs, en la mente de la mayoría de las personas suele asociarse solo uno de sus casos de uso: los dibujos o avatares 2D coleccionables que se han vendido a cientos de miles de dólares como los bored apes. Y es que hay que aceptar que por mucha explicación y fundamento a primera vista esto parece irracional.

En cambio cuando el artista Beeple vendió su obra en millones de dólares, esto no causo tanto odio, ya que en el arte, en el ultimo siglo ya han sucedido este tipo de cosas, y Beeple ya era un artista digital con mucha trayectoria.

Ese es mi punto, es importante distinguir por el bien de este ecosistema al menos dos de sus más grandes usos: los avatares coleccionables y el cryptoarte o Arte NFT. No se trata de cuál es mejor, se trata de que los usuarios entiendan que el NFT ni siqueira es la imágen sino solo el “papelito digital inmodificable” que se usa como títulito de propiedad. 

Querer poner ambas cosas en el mismo lugar, es como querer poner las tarjetitas de Yugi-oh o Pokemón en la misma categoría de las pinturas de Vangoh o la Mona Lisa. Ambos son artículos de colección pero su valor, su mercado y su aportación cultural/social son distintas evidentemente.

Entonces el arte 1:1 NFT y los coleccionables NFT no pueden estar en la misma cesta. Es importante que ayudemos a los usuarios a entender que el NFT solo es un token indestructible que te hace propietario de algo más, y que ese algo más es lo que determina su valor. Así que cuando escuches decir a alguien que no le gustan los NFTs, pídele ser más específico, ¿de qué está hablando? ¿de los avatares ilustrados? ¿del cryptoarte? ¿de los terrenos del metaverso? ¿de la membresía de un club? ¿o de los NFTs de su equipo deportivo? Practicamente cualquier cosa que existe puede estar acompañada de un NFT.

En el caso de los coleccionables, se han dado algunos casos de estafas, proyectos que son inflados por su propio equipo de forma intencional para luego desaparecer. Pero también hemos visto a grandes marcas lanzar sus colecciones como Nike, Adidas o Disney. En el caso del crypto arte, las estafas son casi nulas, pues en este caso por lo general lo que busca un artista es crecer a largo plazo (¿de qué le serviría desaparecer?). Repito, no estamos poniendo una cosa sobre la otra, ambas irán evolucionando, así como los “.com” no dejaron de existir después de su gran fiebre y caída dela década pasada, los NFTs apenas completaron su primer año de popularidad masiva desde que se vendió una obra de Beeple el 11 de marzo de 2021.

En este momento existe una cáida en el mercado NFT que va de la mano de la caída de las criptomonedas. Y como lo hemos mencionado en el estudio sobre los NFTs que hicimos, el problema de esta primera ola fue la fiebre descontrolada que hizo que muchos creyeran que solo su popularidad bastaba para crear un proyecto NFT existoso o aquellos que creyeron que solo se trataba de vender imágenes sin proyecto. Un proyecto NFT no deja de ser un proyecto, que requiere cabeza y muchas otras cosas más para triunfar.

Los NFTs no se irán a ningún lado, lo que se va es lo que no funciona. Y si te interesa conocer más de este ecosistema, pero de una forma equilibrada y neutral, síguenos. También puedes acercarte a la comunidad que ya está inmersa en ello. ¿Listos para el segundo round? En esta segunda ola, veremos proyectos mejor pensados, menos influencers, más pensadores y creativos sacándole provecho a esta tecnología, te lo aseguramos.

 

July 5, 2022